Aparecen demasiadas cosas para contar de entrada y que llaman a la tentación de desobedecer las reglas del relato periodístico. Porque hasta se podría empezar por describir ese final de partido increíble en el que Atlanta casi lo pierde en los descuentos y puso el 2-2 definitivo contra Deportivo Merlo con un penal en la última jugada; o todo podría girar alrededor de un jugador que apenas participó de un tercio del partido, pero que le alcanzó para no sólo ser la figura sino para marcar una diferencia holgada con el resto; y hasta sería razonable comenzar con la exasperante falta de efectividad en ataque de un equipo que esta vez consiguió ser protagonista pero no concretó en proporción razonable a lo que creó. Pero más vale comenzar a explicar la historia por orden cronológico. Arrancar, como manda la lógica, por el principio. Ese que se dio apenas antes de una jugada que marcó un punto determinante en el choque de sábado por la noche en el Gran León.
POR FEDERICO KOTLAR (En Twitter: @fkotlar)
Casi medio equipo titular modificó el director técnico Arnaldo Sialle con respecto a la pobre presentación de una semana antes en Adrogué, cuando Atlanta perdió 4-1 con Brown. Salieron por lesiones Talamonti y Martínez -los reemplazaron Martínez Montagnoli y Pedrozo- y por decisión del entrenador Barucco, Serrano y Quiroga. Al arco fue Dobler, Palisi se ubicó como volante central y por la izquierda ingresó Fernandes Silva.
Atlanta buscó desde el comienzo arrinconar a un Deportivo Merlo que en ningún momento mostraría grandes argumentos futbolísticos. A los 2 minutos estuvo muy cerca de dar el primer grito cuando tras un desborde de Guzmán no pudo concretar Maraschi -en una noche en la que tuvo el mérito de ubicarse en posición de gol pero estuvo demasiado errático para definir-. Y mientras seguía ese dominio del local llegó una jugada determinante.
Fue a los 6 minutos cuando Julio Barraza volvió a convertirse en protagonista de un partido en Villa Crespo. El árbitro asistente señaló una posición adelantada en un ataque de Deportivo Merlo y Mauro Dobler dio por hecha la sanción del tiro libre. Salió entonces del área con la pelota en la mano a ubicarla en el piso para ejecutar, pero entonces el juez pitó falta para el visitante en el borde del área. ¿El argumento? No había cobrado off-side sino que había optado por dar ley de ventaja. Algo que el arquero desconocía y también los jugadores de Merlo, quienes en ningún momento habían reclamado mano de Dobler. Como para completar el círculo, llegó lo que parecía inexorable como consecuencia de ese tiro libre marcado por la polémica: el gol en el arco de Atlanta. Aunque el débil remate de tiro libre dio contra la barrera, el rebote le quedó a Turienzo que -casi sin marcas de una defensa que parecía todavía aturdida por la situación- definió sobre la salida de Dobler y marcó el primer gol del encuentro.
Atlanta sintió demasiado el golpe, que parecía una continuidad del mazazo de Adrogué. Prácticamente no generó peligro hasta los 30 minutos y su falta de circulación de pelota en el mediocampo fue preocupante: Fernandes Silva estaba muy impreciso, Palisi recuperaba pero le faltaba el trazo fino para distribuir, y Cortizo alternaba buenas con malas. Pero después empezaron a llegar las oportunidades de gol y los merecimientos para empatar. Primero Mancinelli dibujó una pared con Pedrozo y quedó mano a mano con Llinás, que le tapó el gol. En el tiro de esquina siguiente volvió a estar cerca la igualdad. Apenas después, Maraschi quedó solo de cara al gol por un rebote, pero otra vez apareció el arquero para ahogar el grito.
Algunas piezas habían empezado a funcionar: Guzmán se movía con buen criterio por el frente de ataque y Pedrozo aguantaba bien la pelota de espaldas al arco para habilitar a sus compañeros. Faltaba, pero el camino no era errado.
Sialle decidió apostar más a la ofensiva en el segundo tiempo. No movió el banco -donde siguió sentido un rato más el jugador clave del partido- pero sí el esquema: retrasó a Cortizo para que pasara a integrar una línea de tres defensores junto a Martínez Montagnoli y a Peláez; Mancinelli y Torres se ubicaron como carrileros en el medio; Fernandes Silva se movió como doble 5 con Palisi, y Guzmán se ubicó casi como un delantero más.
Atlanta intentaba pero los caminos se cerraban cada vez más. Hasta que a los 17 minutos ingresó Julio Serrano, un jugador que -así como ante Brown acompañó el descalabro general- tuvo una media hora de un juego que sobró holgadamente la media de la categoría. Ubicado con libertad en el medio, Serrano le dio una fluidez al toque de Atlanta que no se veía hace un tiempo largo. El efecto contagio fue inmediato y a los 23 estuvo cerca el empate luego de que mandara un centro perfecto, bajaran la pelota al medio y Maraschi desperdiciara la chance cuando estaba solo. Pero a los 25 minutos Julio tuvo la posibilidad de definir él y no la desaprovechó. Un segundo sin marca desde el borde del área le bastó para acomodarse y clavar un remate en el ángulo del arco defendido por Llinás. El resultado gracias a ese golazo era un poco más justo.
Parecía cerca de la victoria el local, pero le faltaba definición. Otra vez estuvo cerca Maraschi a los 44, cuando le quedó un rebote de un remate de Serrano pero definió demasiado suave. Y entonces llegó ese tiempo en el que el partido se volvió loco.
Ya se jugaba el tercer minuto de descuento cuando Merlo, casi sin ganas, esbozó al ataque. Llegó un centro débil al área y un rechazo muy corto de Peláez le dejó la pelota servida a Varela, quien había ingresado en el complemento y definió con un remate preciso y cruzado que no pudo frenar la estirada de Dobler. Y así el visitante, que se conformaba con la igualdad y por merecimientos no tenía que llevarse nada, parecía que se quedaba con los tres puntos.
Fue con desesperación Atlanta a buscar el empate. Barraza le dio una chance más y agregó un minuto de descuento. Y allí se dio el milagro: un centro llovido, un remate, rebote en un jugador de Deportivo Merlo, reclamos varios y el árbitro que sanciona penal. Se hizo cargo el hombre del partido. El único al que la pelota no le iba a quemar en una situación de extrema tensión como esa. Arrancó la lenta carrera Serrano, esperó que Llinás se corriera hacia un lado y la colocó con violencia en el otro. Fue el 2 a 2 final. Empate, al cabo, en un partido que Atlanta debió ganar pero estuvo demasiado cerca de perder.
SINTESIS
Atlanta (2): Dobler; Mancinelli (ST 37’ Silva), Martínez Montagnoli, Peláez, Torres; Guzmán (ST 37’ Milton Giménez), Cortizo, Palisi, Fernandes Silva (ST 17’ Serrano); Maraschi y Pedrozo. DT: Armando Sialle. No ingresaron: Barucco, Navarro, Galeano y Ledesma.
Deportivo Merlo (2): Llinás; Romero, Biglia, Ferro, Batarás; Rudler, Chiviló (ST 48’ Gironi), Baeza (ST 26’ Escudero), Strano; Leandro Rodríguez (ST 32’ Varela) y Turienzo. DT: Ariel Zárate. No ingresaron: Ferrero, Randulfe, Pablo Rodríguez y Cobian.
Goles: PT 6’ Turienzo (DM). ST: 25’ y 50’ Serrano (A); 47’ Varela (DM).
Amonestados: Palisi, Peláez (A), Llinás, Batarás, Ferro (DM).
Expulsado: Zárate (DT de Merlo).
Arbitro: Julio Barraza.
Cancha: Atlanta.
Foto: Juan Ignacio Calcagno.
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