La espina había quedado clavada hace exactamente una rueda, cuando Atlanta resignó buena parte de la vocación ofensiva que lo había puesto en la pelea de arriba y cayó en el Bajo Belgrano ante un Defensores ordenado y voluntarioso. Esta noche, con una receta diferente en Villa Crespo -y más allá de algunos errores-, el Bohemio consiguió regalarle a su público una de esas alegrías que se atesoran por un buen tiempo: victoria 2-1 con algo de sufrimiento al final, pero con la satisfacción de haber hecho mérito suficiente para ganarle al equipo que llegó al Gran León como puntero del campeonato.
Por Federico Kotlar (@fkotlar)
El DT Biggeri decidió modificar la apuesta de los últimos partidos. Salieron del equipo titular Palisi y Galeano para que ingresaran Talamonti -Cortizo pasó al medio- y Serrano. El esquema, un 4-3-1-2, se mantuvo. Y el comienzo del partido mostró cómo los dos se movían de acuerdo al plan previsto: Atlanta buscaba combinaciones rápidas para escapar de la presión de Defensores; del otro lado, los de Della Pica saltaban líneas con pelotazos y peleaban por avanzar cada metro como si la vida dependiera de eso, para estar más cerca del arco de Aurrecochea y eventualmente generar chances con pelotas paradas, una de sus principales armas.
Más allá de las intenciones del local, el primer tiempo se jugó en el terreno en el que Defensores se sentía más cómodo: fricción, ataques rápidos y poca elaboración de juego. Eso no impidió que hubiera dos llegadas claras por bando, pero las dos de Atlanta fueron extrañamente por pelotas paradas: la primera a los 13 tras un tiro libre, que de milagro no fue gol cuando Iglesias despejó casi sobre la línea del arco; la segunda ya a los 30, con un cabezazo de Cortizo en un corner que se fue cerca. El visitante, en cambio, había coqueteado con el gol en dos ocasiones forzadas con empuje y mucho de técnica: una a los 27, que terminó en un cabezazo de Buono desviado; la siguiente, con un muy buen desborde de Enrique -complicó muchas veces con su habilidad a Torres- que terminó en una volea de Amaya por arriba del travesaño a los 40.
El esquema prolijo de Defensores y su apuesta a un plan de juego definido -con un 4-2-3-1 que rápidamente se volvía 4-4-1-1 a la hora de defender- prevalecieron en un primer tiempo en el que no pasó demasiado. Las emociones estaban reservadas para una segunda mitad en la que pronto se quebró el partido con -como suele ocurrir en trámites tan cerrados- un error individual.
Iban 7 minutos cuando llegó un envío largo al sector derecho del mediocampo de Defensores. El intento de rechazo, entre el viento cruzado que atravesaba el Gran León y la molesta lluvia, salió para atrás y desacomodó a toda la defensa. Y desde ahí Atlanta, con espacios y buen pie, acompañó al desenlace feliz: con dos toques rápidos, Mancinelli quedó mano a mano contra Anconetani. Salina cruzó desesperadamente abajo para evitar que rematara Lucas, quien fue al suelo, y Meineri cobró penal y amonestó al volante visitante. Bonfigli no dudó: con un remate violento arriba puso el primer gol, que cambiaría totalmente el partido.
Ya sin la tranquilidad del resultado, el líder Defensores quedó preso del mismo barullo que les imprime a los partidos cuando está en ventaja: no aparecían los caminos para lastimar a un Atlanta que con la pelota en los pies mostraba su calidad. Y a los 15 surgió otra jugada para aumentar la diferencia: Serrano, que había mostrado poco hasta ese momento, puso un pase delicioso a rastrón para dejar a Bonfigli solo contra el arquero. Y el 9, otra vez con la sangre fría del goleador, remató cruzado abajo y agarró a mitad de camino a Anconetani. Atlanta, sin mucho más mérito que su contundencia, estaba dos goles arriba en el partido y disfrutaba a lo grande.
Della Pica intentó entonces revolucionar su cauteloso esquema: hizo un doble cambio con las entradas de Aguirre y Chiquilito, y pasó a jugar con dos delanteros netos y tres volantes de vocación ofensiva. Defe sumó peso en ataque, pero Atlanta aguantó muy bien la parada: casi no sufrió en las pelotas aéreas y supo mantener a su rival lejos del arco de Aurrecochea prácticamente hasta el final del partido.
A los 43 minutos llegó el descuento con una buena jugada en ataque del Dragón que concluyó Buono con un buen remate de emboquillada, pero que incluyó un planchazo sobre el arquero que Meineri no ignoró. También ese sacudón lo administró bien Atlanta. Llegó el final, que incluyó la emoción del festejo por una de esas victorias que templan el ánimo de un equipo. Si bien la pelea por el campeonato ya quedó lejos, ganarle a un rival tradicional y que pelea arriba siempre es motivo suficiente para disfrutar. Bienvenida entonces la merecida alegría.
SINTESIS
Atlanta (2): Aurrecochea; Silva, Díaz Villán (PT 33’ Palisi), Talamonti y Torres; Mancinelli, Cortizo y Cequeira (ST 36’ Quiroga); Serrano; Pedrozo y Bonfigli (ST 40’ Diego Martínez). DT: Aníbal Biggeri. No ingresaron: Dobler, Galeano, Soto Torres y Fernandes Silva.
Defensores (1). Anconetani; Maxi Serrano, Goux, Iglesias (ST 16’ Aguirre) y Alan Gimenez; Salina y Sosa; Enrique, Amaya (ST 16’ Chiquilito) y Baima; y Buono. DT: Rodolfo Della Pica. No ingresaron: Moyano, Groothuis, Quiñones, Cruz y Gamarra.
Goles: ST 8’ y 15’ Bonfigli (A), el primero de penal; 43’ Buono (D).
Amonestados: Talamonti, Cequeira, Torres y Aurrecochea (A), Iglesias, Salina y Aguirre (D).
Arbitro: Gastón Meineri.
Cancha: Atlanta.
Foto: Juan Ignacio Calcagno.
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