Atlanta no logra levantar y volvió a los puestos de descenso directo. En un partido en el que contaba con una buena oportunidad de conseguir algo de aire en la lucha por la permanencia, el equipo ofreció una pálida imagen y cayó 2-0 ante Almirante Brown.
El DT Carlos Roldán dispuso tres variantes -dos de ellas obligadas- con respecto al equipo que había empatado 1-1 como local contra Boca unidos. Por el suspendido Milán ingresó Segovia, mientras que por el lesionado Mancinelli volvió a ser titular Galeano. Andrés Soriano, recuperado de su desgarro, reemplazó a su hermano Abel.
Más allá del cambio de nombres, Atlanta reincidió en los viejos vicios que lo empujaron a la preocupante situación en que se encuentra en este campeonato: falta de efectividad para concretar sus chances de gol y muchas dificultades para asimilar las contrariedades propias de cualquier partido.
Cuando Atlanta manejaba la pelota, llegó justamente la primera contrariedad: el ex bohemio Diego Cisterna marcó a los 20 minutos el 1-0 con un remate bajo desde afuera del área. Estuvo cerca el empate a través de Segovia, pero la ilusión se estrelló contra el palo.
Más allá de los problemas propios, dos errores del árbitro Baliño perjudicaron a Atlanta en ese primer tiempo: el primero, cuando no cobró tiro libre indirecto dentro del área luego de un pase atrás de Nievas que manoteó el arquero Monasterio; el segundo, cuando el mismo defensor puso la mano para frenar un cabezazo de Bielkiewicz que parecía tener destino de gol, y no sancionó el correspondiente penal y expulsión.
El nivel del equipo decayó en el segundo tiempo, y la anemia ofensiva no se alteró a pesar de que el técnico dispuso los ingresos de Sanabria, Guzmán y Abel Soriano. Tras un cabezazo fallido de Quiles, un centro de Cisterna le cayó en el pecho a Vega, quien sentenció el resultado con un remate cruzado ante la salida de Pellegrino. La expulsión de Meza Sánchez, a quince del final, no modificó la historia. Ni tampoco el tiro en el palo de Sanabria a los 41 minutos.
Con la derrota, el equipo volvió a los puestos de descenso directo. Por si fuera poco, el beneficiado por el nuevo escenario fue Chacarita, que pese a empatar logró quedar arriba de Atlanta y Desamparados en los promedios. El sábado llegará a Villa Crespo Independiente Rivadavia, en una de las últimas cinco oportunidades que quedan para revertir este cuadro preocupante.
Otras notas que podrían interesarte