Atlanta no reacciona ni encuentra por ahora la manera de frenar un camino que, de seguir así, lo lleva irremediablemente al descenso a la Primera B Metropolitana. En un partido que era clave para tratar de reencauzar el rumbo, el equipo tuvo otra pálida actuación y cayó 2-1 como local contra Independiente Rivadavia de Mendoza.
El DT Carlos Roldán dispuso los ingresos de Lugo -reapareció luego de una prolongada inactividad por la rotura de ligamentos de una rodilla- y Abel Soriano en lugar de Resch y Bielkiewicz. Pero además sorprendió al disponer el regreso de Rodrigo Llinás -no era titular por el campeonato desde el 0-4 con Instituto en Villa Crespo en 2011- en lugar de Fernando Pellegrino.
Atlanta mostró buena actitud en los primeros minutos de partido, y a los 3 estuvo muy cerca de abrir el marcador ,cuando un tiro de Andrés Soriano reventó el travesaño y Carou no pudo aprovechar el rebote. Parecía que la historia podía cambiar.
Pero a los 14 minutos llegó un sinsabor en el área propia. Caballero envió un centro casi desde mitad de cancha, nadie llegó a desviar la pelota y Llinás se vio engañado por un delantero que amagó con peinarla. La pelota terminó en el fondo del arco. Fue el 1-0 y Atlanta, como viene siendo una constante en este campeonato, fue incapaz de asimilar el golpe.
El equipo intentaba reaccionar cuando a los 26 minutos Martín Gómez se despegó de la marca de Arancibia y de cabeza, en absoluta soledad al borde del área chica, convirtió el segundo.
A los 42 se abrió una luz de esperanza gracias a un error del arquero visitante, Josué Ayala, quien salió muy mal en un centro de Galeano. La pelota le quedó a Andrés Soriano, quien con un remate mordido convirtió el descuento.
Roldán dispuso el ingreso de Ramírez por Pasquini para el segundo tiempo, en busca de darle un poco más de poder ofensivo al equipo. Pero Atlanta casi no pudo generar peligro. Hubo sí una situación clara cuando Soriano quedó mano a mano con el arquero y su remate de emboquillada pegó en el travesaño. Pero después el equipo se sumergió en la impotencia y la expresión más clara fue el propio Andrés, expulsado cuando estaba en el banco de suplentes por insultar al árbitro Ceballos.
La caída hundió aun más a Atlanta en el último puesto de la tabla de promedios, que comparte con Desamparados. En la próxima fecha, espera Quilmes, cuarto de la tabla, en el Sur. Y el panorama es más oscuro que nunca.
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