Las buenas sensaciones que había dejado el empate 1-1 contra Quilmes se volvieron a apagar. Atlanta dejó otra vez escapar la posibilidad de entregar una respuesta anímica y futbolística superior en un partido clave y perdió 1-0 contra Deportivo Merlo como local. De esta manera, las posibilidades de escapar al descenso directo son cada vez menores.
Atlanta mostró en los primeros minutos una leve superioridad, aunque con la falta de profundidad característica de esta campaña. Con Resch por Segovia -suspendido- en el lateral izquierdo y Guzmán por Castro en la línea de tres volantes ofensivos, buscó generar algo de juego y arrinconó con más fervor que ideas a un Deportivo Merlo agazapado para buscar un contraataque.
A los 28 minutos, casi se produce un vuelco en el trámite, pero la falta de suerte y la impericia del árbitro Rapallini lo impidieron. La jugada comenzó con un tiro bombeado de Resch que complicó al arquero Capogrosso e impactó en el travesaño. El rebote le quedó a Bielkiewicz, quien trató de eludir a Martínez pero la pelota dio contra la mano en alto del defensor, increíblemente juzgada como casual por el árbitro. La acción después se diluyó y ahí se escapó la que terminaría siendo la chance más clara del equipo de Rondina en todo el partido.
Como suele ser una historia repetida en el torneo, Atlanta pagó en el arco propio lo que no genera en ofensiva. A los 39 minutos, un balón perdido por Resch en ataque generó un contraataque perfecto de Deportivo Merlo. Barreiro enfrentó a Arancibia, lo eludió con un caño y por la mala cobertura defensiva quedó directamente mano a mano con Pellegrino. El remate al primer palo encontró una floja resistencia del arquero y se transformó en el único gol del partido.
El complemento fue una escena repetida de los últimos tiempos, con una impotencia ofensiva alarmante. El equipo no pudo generar ninguna llegada clara para alcanzar al menos un empate y así se llevó una derrota que lo complica aún más en la tabla de promedios.
El sábado próximo será el turno de enfrentar a Ferro en Caballito. Una nueva caída determinaría el descenso directo, a una fecha del final del campeonato. Con una victoria -que sería apenas la segunda de la segunda rueda- se abrirían otras posibilidades. Pero el equipo, entre otras cosas, ya no depende de sus propios resultados para conseguir la salvación. Y las respuestas siguen sin aparecer.
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