El entrenador de Atlanta dialogó con los medios tras la igualdad, dando su análisis del empate en uno ante Gimnasia y Tiro de Salta en una noche caliente.

“Las sensaciones son mezcladas, los hinchas de Atlanta tienen que estar hoy orgullosos del equipo que tenemos, ante una adversidad terrible el equipo se repuso, tuvo hombría y fue el primer partido que mostramos muchas asociaciones. Tuvo futbol y una gran entereza en la adversidad, cosa que yo no pude. Reaccioné ante una situación injusta y me lo reprocho. Quiero destacar a mis jugadores. Con lo que tenemos seguramente haremos un buen torneo”, comentó Mario Sciacqua en un inicio.

Luego, ante la entrega del equipo, el entrenador narró: “Comenzamos jugando con un sistema y después cambiamos, el equipo no se resistió nunca. No puedo estar contento pero estoy conforme con los jugadores. Mi sentimiento es de impotencia, Pepe Castro me dio un abrazo y me dijo que duerma tranquilo, yo le dije que a las 3 de la mañana esté despierto porque yo no crea que pueda dormir. No dramatizo porque tengo familia, los que somos pasionales lo vivimos de una manera intensa. Fue una noche linda pero con un sabor agridulce”.

“Obviamente la baja de Susvielles fue inesperada, tratamos de que la línea de 3 no sea tan referenciada con dos delanteros de área. Me ha tocado jugar contra y con línea de 5, cuando me jugaban con pie cambiado era mucho más difícil. Tuvimos 20 minutos de asociaciones por derecha, pasando la zona defensiva. Estuvimos imprecisos, tal vez por el agua o viento. Así tuvimos las dos ocasiones de gol que sacó el arquero. En el primer tiempo prácticamente ellos no tuvieron un tiro al arco”, argumentó el entrenador al seguir con su análisis de lo hecho por sus dirigidos.

En cuanto a la actitud del plantel, el DT fue claro: “El equipo salió a jugar con gran personalidad y con una intención de ganar el partido. Rueda es el jugador que más conectó y terminó haciendo el gol. El equipo estaba entero, cuando hablé con los dirigentes les dije que los defensores jugaban mano a mano y los laterales eran dos más de ataque. Este equipo mostró más personalidad, más ataque y se encontró con el 9, que antes no lo encontrábamos”.

“Estoy muy caliente, con las revoluciones a mil. Me cagué de frío y mojé como ustedes y los jugadores, tenía calor porque tenía una bronca. La intensidad que tenían los jugadores nos la trasladaban a nosotros. Metimos un central para reforzar el juego aéreo pensando en que iban a tirar pelotazos largos al área, hubo una situación confusa, la pelota pasa toda el área y aparentemente un jugador de ellos la acomoda con la mano. Yo la veo desde donde estoy”, reveló al explicar las claves del partido y la polémica en el gol de la visita.

Por último, el entrenador del Bohemio dio su lectura del arbitraje: “Yo no analizo al arbitraje, para eso está el periodismo. Lo vieron todos; fue gol, debió expulsar un jugador de ellos que no lo echó y lo de Dramisino podemos tomarlo como bueno. El plantel terminó con la sensación de enojo pero con la tranquilidad de que dejó todo. Los junté y los felicité por la actitud, intentaron ganar el partido con buenas armas. Nadie tuvo una acción de violencia”.