Por la fecha 15 Atlanta se enfrentó al Gallito buscando continuar en la senda ganadora y mantener la distancia con su inmediato perseguidor que no aprovechó el empate de la fecha pasada ante San Telmo para descontar puntos, justamente por igualar con el rival de turno de esta mañana.
Los del oeste se ubicaban en mitad de tabla con un equilibrio casi perfecto entre los partidos ganados, empatados y perdidos (le faltaba una derrota para que así sea). Siendo así el encargado y hasta obligado de imponer su dominio era el equipo de Lucas Benítez.
Esa responsabilidad Atlanta la asumió rápidamente proponiendo un juego vertical y de tenencia pero siempre con la intención de dañar en cada posesión. Lo más interesante se produjo por la izquierda, Arguello y Maguicha lanzaban centros peligrosos que no pudieron ser aprovechados por sus compañeros que ganaban en el área pero les faltaba mayor precisión. El mencionado lateral izquierdo armó una gran jugada que concluyó con un remate de derecha (pierna que maneja de gran manera) bien orientado que el arquero logró desviar al córner en un monumental esfuerzo.
Gerónimo Cardozo acumulaba dos chances claras de gol, ambas rematando desde adentro del área. La tercera iba a ser la vencida. Todo partió de un giro en mitad de cancha y una pelota filtrada a espaldas de la defensa por parte de Nahuel Urtasun destinada a Santino Luna que controló y abriendo bien los ojos ubicó al nueve entrando sólo para empujarla y abrir el marcador, largamente merecido para ese momento.
El 1-0 le sentaba más al desarrollo del juego ya que el Bohemio acumulaba cuatro ocasiones claras, además de apropiarse del dominio del balón, y de esa manera se fueron al descanso.
El encuentro una vez iniciado el complemento se mantenía bajo control, el conteo de jugadas peligrosas para el arco de Velázquez seguía en cero. Insospechado era que de un tiro de esquina llegaría el empate, pero así fue, al arquero se le escapó la pelota de las manos el jugador más cercano era un rival que no dudo y de cabeza estableció el 1-1 transitorio. Baldazo de agua fría pero con tiempo para secarse y salir a ganarlo.
Para lograr ese cometido fue clave el ingreso de Erik Bodencer, necesitado de futbol, tuvo 25 minutos para demostrar sus condiciones. Un remate desde afuera bien esquinado que exigió al -infalible hasta el momento- arquero visitante a desviar al tiro de esquina fue su carta de presentación. Del otro lado, Velázquez respondía de igual manera.
El que se equivocaba perdía y el que venía sin hacerlo en toda la jornada, salió mal a cortar un centro, lo que le permitió a Santino Pasini encontrarse con el esférico anotando su primer gol en su carrera en divisiones juveniles en el momento más necesario para su equipo.
Pudo ser mayor la diferencia, Bodencer estrelló un disparo en el palo tras sacarse de encima a dos defensores con un movimiento, pero finalmente con el 2-1 alcanzó para sellar la victoria que lo deja a Atlanta bien arriba.
Otras notas que podrían interesarte