El tiro del final te va a salir

Atlanta consiguió una de esas victorias que se disfrutan por un tiempo largo: con un gol de Andrés Soriano en tiempo de descuento, superó por 1-0 a Los Andes en Villa Crespo y se mantuvo a tiro del puntero Platense.

Las bajas que sufrió el equipo para este partido motivaron cambios no sólo de nombres sino también de esquema. A la salida de Hernán Lopes por haber llegado a las cinco amarillas se sumó el desgarro de Matías Valdez, que se conoció a pocas horas del partido. Además, volvió al equipo Martín Palisi luego de haber cumplido la suspensión, y Sanabria ingresó por Acuña en un cambio táctico. Rondina dispuso  volver al esquema de 4-4-2 de los primeros partidos -en lugar del 3-4-1-2- y el equipo formó con Gagliardo; Vega, Carlos Fernández, Segovia, Mbombaj; Guzmán, Palisi, Parentini, Sanabria; Ferreiro y Soriano.

Los Andes, equipo muy comprometido con el descenso y en el que debutaba Felipe de la Riva como entrenador, apostó desde el primer momento de juego a la posibilidad de conseguir un empate -y nada más en Villa Crespo. Ante ese planteo, a Atlanta se le complicó mucho encontrar fluidez en la creación. Ferreiro intentaba arriesgar pero estaba muy impreciso, Sanabria aparecía muy poco en el juego, a Guzmán le costaba explotar su velocidad y la pelota le llegaba poco a Soriano. El equipo apeló insistentemente a los centros y a envíos largos que pocas veces encontraron el destino esperado.

De todas maneras, todo el peligro que se generó en el partido -poco- lo aportó Atlanta. En el primer tiempo fue mayormente con remates de larga distancia: uno de Guzmán a los 22 que salió apenas desviado, otro de Ferreiro a los 37 que despejó Díaz y el restante de Soriano que también el arquero manoteó al corner, a los 43.

La desesperación fue creciendo en el segundo tiempo, a medida que Atlanta insistía con su receta y no encontraba los caminos para marcar el desequilibrio. Mbombaj era una descarga importante por izquierda, más allá de que su subida permanente lo obligara a resignar algo en la marca, y por derecha los intentos iban a través de Guzmán.

A los 9 minutos, Los Andes se quedó con uno menos cuando el volante por derecha Barale, aparentemente exasperado por sus roces con Mbombaj y los insultos que le bajaban desde la platea de Atlanta, le realizó una infracción sin pelota al lateral adelante del árbitro Paletta. El local acentuó su plan de ataque -entraron Henneberg, Acuña y Castro por Ferreiro, Guzmán y Sanabria-, pero siguió con pocas ideas para romper el cerco defensivo dispuesto por el equipo de De la Riva.

Mientras el visitante apelaba a todo -hasta a simular que iba a hacer un cuarto cambio solamente para confundir y producir una demora-, Atlanta iba en busca de la victoria. Pero chocaba permanentemente y ya parecía que el cero no se iba a mover. Hasta que a los 46 del segundo tiempo Palisi hizo un pase profundo y frontal que encontró solo a Soriano, en el lugar en el que más le gusta: entrando al área por izquierda y de frente al arquero. El remate con parte interna del Pollo fue desviado por Díaz, pero la pelota de todas maneras ingresó como pidiendo permiso.

Fue el gol y el pasaporte al festejo loco en Villa Crespo. Fue justicia ante un rival que dedicó la mayor parte del partido a destruir, a veces con malas artes. Fue disfrutar la punta por un rato, hasta que ganó Platense. Pero fue sobre todo la victoria para que Atlanta siguiera prendido en la lucha de arriba, en un campeonato que parece abierto para que cualquiera pueda dar el golpe.

Por Federico Kotlar (En Twitter: @fkotlar)

Foto: Vanesa Crisóstomo