Cuando a los 7 minutos Maraschi puso el 1-0 después de un centro de Acuña, era difícil imaginarse que Atlanta iba a tener una de sus peores actuaciones del campeonato. Pero después de ese esperanzador gol todo fue de Nueva Chicago. Con control absoluto de la pelota, tocando siempre por abajo, iluminado por la enorme calidad de Christian Gómez –un sabio de 39 años-, el visitante dominó el resto del partido y se llevó un justo triunfo.
El juego de Atlanta fue desconcertante, y sólo Maraschi se salvó del naufragio general. El panorama del primer tiempo fue alarmante: un mediocampo sin creación ni contención, tres delanteros desconectados entre sí, y una defensa que se vio desbordada especialmente por los laterales, con las proyecciones de Scifo y Caballero, los marcadores de punta de Chicago.
El empate de Gómez, a los 31 minutos, fue una consecuencia lógica del desarrollo del juego. Los de Mataderos podrían haberse ido al descanso en ventaja, pero la mala puntería y alguna buena intervención de Vega lo impidieron.
En el segundo tiempo la diferencia futbolística no fue tan abrumadora. Y otra vez Atlanta tuvo la primera situación clara, nuevamente en los pies de Maraschi, que quedó mano a mano con Tauber y trató de tirarla por arriba del arquero, pero el 1 tapó lo que hubiera sido la ventaja bohemia.
El ingreso de Nanía por Acuña, a los 21 minutos, le dio algo más de tenencia al equipo del Pipa Cassano, que hasta ese momento había abusado de los pelotazos para un desconocido Marcos Godoy. Una buena pared entre Maraschi y el recién entrado hizo ilusionar otra vez a los bohemios, pero Nanía terminó mandándola afuera. A partir de entonces, el partido volvió a jugarse cerca del área de Vega, con Gómez, Scifo, Caballero y Bochi –volante derecho- como protagonistas de la mayor parte de las jugadas.
Atlanta no tenía reacción. Por eso, no extrañó cuando a los 39 el ingresado Baldunciel clavara un derechazo cruzado en el palo izquierdo de Vega. Quedaba muy poco tiempo como para que los ingresos de Guzmán y Lazzarini cambiaran la historia. Así y todo, el equipo empujó y pudo haber conseguido el 2-2 con un centro de Maraschi que Godoy empalmó de aire: la pelota se fue muy cerca de un poste.
Fue la primera derrota de este ciclo del Pipa Cassano como técnico de Atlanta; se perdió después de cinco partidos y ocho en Villa Crespo. Pero más allá del resultado, lo preocupante fue el rendimiento del equipo. Lo positivo es que el Bohemio sigue como único líder. Ahora tendrá que recuperar su nivel y defender la punta el martes, en Campana, ante el Villa Dálmine del Huevo Rondina.
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