Atlanta cruzó el Río de la Plata para conseguir un reconocimiento muy importante para su historia. Desde este año, el club de Villa Crespo cuenta con su propio espacio en el Museo del Fútbol del Estadio Centenario de Montevideo, uno de los lugares icónicos de la tradición futbolera en el mundo.

La presencia de Atlanta en ese auténtico templo del fútbol nació de una iniciativa del periodista Edgardo Imas, historiador de Atlanta, quien conoció al director del Museo, Mario Romano Alonzo, a través del foro del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol. En un viaje de Imas a Montevideo en julio del año pasado, comentaron entre ambos la posibilidad de abrir un espacio dedicado al club de Villa Crespo en el Museo, hecho que se consumaría poco más tarde.

Una camiseta oficial del club, provista por el Departamento de Prensa y Marketing, además de un ejemplar del libro de Alejandro Domínguez -secretario de Prensa y Marketing de Atlanta- sobre la historia de la institución, un banderín, una reseña histórica y otros documentos que vinculan a Atlanta con Uruguay conforman este espacio bohemio en el Centenario de Montevideo. Todos estos documentos fueron reunidos por Imas -quien además preparó la reseña-, y luego llegaron a Montevideo de la mano de este cronista.

La mención de Imas fue la llave para la entrevista con Romano en que se hizo entrega de los objetos. El encuentro no comenzó de la mejor manera: este emisario bohemio contó que había hinchado -sin éxito- por Miramar Misiones en un choque por el ascenso ante Rentistas, debido a la antipatía que le generaba el nombre de este último club. Con buen humor, pero también con firmeza, Romano limpió puntillosamente el nombre del Bicho Colorado de Montevideo, y le aclaró a su interlocutor que los fundadores de Rentistas no eran adinerados sino todo lo contrario: muchachos de barrio que no trabajaban y se juntaban a entrenarse todos los días y a los que los vecinos empezaron a llamar “rentistas” en broma por su falta de trabajo estable. De esa graciosa historia surgió el apelativo del club, que hoy pasa por un muy buen momento en la Primera División uruguaya. Romano aclararía luego que justamente es hincha del equipo del Cerrito de la Victoria, lo que hizo temer al cronista que su torpe ocurrencia de cuestionar el nombre del club terminaría con el rincón bohemio más cerca del baño del Estadio Centenario que del Museo. Afortunadamente, Romano interpretó la anécdota con grandeza y sabiduría oriental. Además reveló después que lo une un fuerte lazo con Atlanta: durante su infancia en Buenos Aires asistía a los partidos del club -en ese entonces en Primera A- en el estadio de Villa Crespo. Una tradición que mantuvo incluso cuando su familia se fue a vivir a los suburbios de la capital argentina.

“Quiero que ustedes y todos los Bohemios sepan que ya en nuestro Museo del Fútbol está instalado vuestro lugar”, contó Romano a través de un correo electrónico en el que un archivo adjunto mostraba la imagen del rincón de Atlanta en el Estadio Centenario de Montevideo. Un motivo de satisfacción más para los hinchas de Atlanta. Como para este cronista, a quien uno de sus amigos uruguayos le informó, al enterarse de la historia, que el Museo es el más grande de los de su tipo en el mundo. “Ahora sí es el más grande”, hubo que explicarle con orgullo bohemio.

Por Federico Kotlar. En Twitter: @fkotlar