Sin jugar un partido brillante, Atlanta exhibió en el triunfo 1-0 ante Fénix algo que hasta ahora no había mostrado y que todo equipo con aspiraciones debe tener: solidez. Por primera vez en el torneo mantuvo la valla invicta, y también por primera vez empezó ganando un partido.
Desde el comienzo se vio al equipo con una actitud aguerrida, dispuesto a luchar en cada rincón del campo de juego. Lo mejor estuvo en la defensa: la buena actuación de Hugo Silva, el regreso –en buen nivel- de Emmanuel Francés y Cristian Peláez, más la levantada de un Sebastián Díaz Villán que se pareció al del torneo pasado, hizo que Fénix no creara peligro serio en todo el partido.
En ofensiva, los puntos altos fueron Juan Galeano, Mariano Puch y Fabricio Pedrozo. Los dos primeros resultaron los generadores de la mayoría de los ataques de Atlanta, mientras que el ex Almagro se mostró como el jugador más peligroso dentro del área. El fue el autor del único gol del partido, a los 7 minutos, al cabecear en el área chica un centro desde la izquierda de Adrián Torres. Con tres tantos, todos de cabeza, Pedrozo es el goleador del equipo.
Atlanta tuvo otras tres llegadas claras a lo largo del partido. Dos de ellas, ambas en el primer tiempo, fueron cabezazos de Bonfigli que salieron muy cerca. También en la primera parte, el 9 fue protagonista de la única polémica de la tarde, cuando fue derribado dentro del área. Pareció penal, pero no para el árbitro Barraza. La restante llegada bohemia se produjo a un minuto del final: Puch se mandó una corrida por derecha y dio un pase atrás a Ledesma –entró por el lesionado Bonfigli- , que definió bien, pero un defensor sacó la pelota sobre la línea.
El equipo del Pipa Cassano dio señales de vida justo antes del clásico contra Chacarita en San Martín. Al final del partido, los hinchas pidieron un triunfo en ese partido, y los jugadores mostraron que están en condiciones de brindarlo.
Otras notas que podrían interesarte