A pensar en el Reducido

Es costoso muchas veces escapar a los lugares comunes. Así que se podría decir que nunca Atlanta juega por nada y que en todos los partidos, aunque no haya un premio deportivo demasiado suculento para una victoria, hay que dar todo por el honor de una camiseta con historia. Pero también hay hechos concretos para un plantel que se jugará mucho en los próximos días: uno dice que el partido con Platense, cuando ya no había chances de aspirar al ascenso directo y la clasificación al Reducido estaba asegurada, parecía más una molestia que una motivación. Así y todo, el equipo de Carlos Mayor fue algo más que su rival en la tarde-noche de Villa Crespo. Pero dentro de un partido muy pobre, Atlanta, que hizo muy poco, se quedó sin nada ante un Platense, que hizo casi nada y finalmente ganó por 1 a 0.

El local encaró el partido con el regreso de Julián Perujo en el lateral derecho y de Emanuel Francés como segundo zaguero central en lugar de Martín Palisi y Nelson González, respectivamente. La novedad fue el ingreso como volante por izquierda de Gastón Pinto, que no decepcionó y mostró un buen ida y vuelta en su nueva posición.

Dentro de un primer tiempo muy pobre, las tres chances claras fueron para Atlanta: a los 34, un cabezazo de Peláez desde el punto del penal que se fue desviado; a los 38, Galeano -de buena actuación como casi siempre- habilitó a Guzmán, quien remató por arriba; y a los 43, Perujo estuvo cerca con un remate al primer palo desde posición cercana que tapó Flores con las piernas.

En el complemento, Atlanta siguió superando a un Platense de Sebastián Méndez -recibido con marcada desaprobación por el público de Villa Crespo- que no aportaba nada en ofensiva ni brindaba garantías en defensa. Volvió a estar cerca Atlanta en dos jugadas del incansable Galeano, pero no concretó. Y lo pagó caro.

A los 30 minutos, Perujo perdió una pelota sobre la derecha y después la suerte le jugó otra mala pasada a Atlanta: Pinto rechazó, la pelota dio en Díaz Villán y le quedó servida a Ortiz, quien desde el borde del área la clavó en un ángulo. Era el 1-0 que sería inamovible, más allá de que Atlanta siguió intentando hasta el final.

Con la derrota, Atlanta podría caer al cuarto puesto en la tabla general si no gana ante Barracas Central. Y en ese caso tendría que definir de visitante la semifinal del Reducido, seguramente ante su verdugo del sábado. El público bohemio sabe que jugar el último partido de local en eliminatorias directas se volvió una ventaja relativa en los últimos años. Y que la mejoría futbolística de los últimos partidos es el mejor aliciente para ilusionarse con los importantes tiempos que vendrán.

Por Federico Kotlar. En Twitter: @fkotlar

Foto: Vanesa Crisóstomo