Llegó a Pilar con la presión de saber que si no se llevaba la victoria perdía el tren de la punta, porque Chicago ya había ganado otra vez el sábado. Enfrente estaba Fénix, un rival que en poco tiempo consiguió ubicarse como uno de los equipos más difíciles de la categoría. Pero este Atlanta dio otra prueba de fortaleza, y en un partido entretenido y con mucho ritmo se impuso por 3 a 2 para volver a subirse, junto a los de Mataderos, a lo más alto del campeonato.
Con Collavini por Perujo en el lateral derecho como única variante entre los titulares que le habían ganado a Villa Dálmine -Galeano finalmente se recuperó del esguince de tobillo y pudo estar de entrada, aunque pareció afectado y su nivel no fue el de siempre-, Atlanta intentó de entrada prevalecer ante un rival que no se refugió atrás. Luego de un comienzo con alguna llegada para el local, Atlanta golpeó en la primera oportunidad clara que tuvo: el defensor Sosa derribó a Maraschi cuando se iba de cara al gol, en una situación en la que el árbitro Dóvalo debió haber sacado la tarjeta roja pero apenas amonestó al jugador de Fénix. Pinto ejecutó el tiro libre, que rebotó en la barrera, y la pelota le quedó a Nanía, quien sacó un remate maravilloso que se coló en el ángulo del arco de Hernández.
Siete minutos después, se estiró la diferencia en una gran jugada de Godoy. El delantero, cuestionado muchas veces con justicia por su exceso de individualismo, esta vez dio una lección de cómo jugar en equipo: presionó a la defensa para robar una pelota, desbordó con maestría a los centrales locales y luego mandó el centro atrás que Maraschi convirtió en el 2-0. Como en Campana, Atlanta sacaba diferencias claras en el primer tiempo. Pero esta vez la historia iba a ser más sufrida, porque a los 28 minutos, a la salida de un corner, Godoy derribó ingenuamente en el área a Puch -activo durante todo el partido y de buena actuación- y en el penal resultante Ruiz clavó el descuento.
Atlanta empezó a tirarse cada vez más atrás para defender la ventaja. Y en el segundo tiempo empezó volcado al libreto del contraataque mientras el local se jugaba en ofensiva en busca del empate. Así fue como un pelotazo de Díaz Villán sorprendió a la última línea local: apareció Godoy a espaldas de los centrales y con un remate violento superó al arquero. Simple y contundente, el 9 marcó el 3 a 1.
El equipo de Cassano y Magarelli controlaba el partido y daba la impresión de que podía terminar de liquidarlo. Pero empezó a carecer de salida y la defensa se volvió algo desordenada. Y entonces se dio el nuevo descuento del local, cuando Ruiz le pegó desde afuera, Vega dio un rebote largo y al medio del área y apareció Torres en completa soledad para empujarla a la red. Faltaban 11 minutos y la angustia volvía a instalarse para los hinchas de Atlanta.
Dispuso todavía Fénix de algunas chances para igualar. La más clara fue a los 38, cuando Ruiz quedó de cara al arco para convertir, pero la pelota le rebotó y la definición resultó casi un despeje. También Atlanta pudo haber anotado el cuarto, pero la chance le quedó a Guzmán -había ingresado por el averiado Galeano-, que volvió a mostrar dudas para definir: su intento de picarla por encima del arquero terminó muy arriba del travesaño. Al final fue 3 a 2, para alegría de los hinchas de Atlanta que saben que están otra vez en la punta. Y que los representa un equipo al que ninguna batalla parece intimidarlo.
(Foto: Jorge de Gregorio)
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