Atlanta fue de mayor a menor y cayó ante Alvarado. Empezó como para soñar con una sonrisa, pero el final fue pura decepción. Atlanta no pudo sostener su buen comienzo ante Alvarado y se de Mar del Plata con un 3-1 en contra. Luego del partido, se llegó a un acuerdo con Walter Erviti y dejó el cargo de entrenador.

En su último partido como director técnico de Atlanta, Erviti dispuso algunas variantes obligadas con respecto al equipo que había igualado en la fecha pasada ante Estudiantes de Río Cuarto: Gabriel Carrasco ingresó por el lesionado Matías Molina y Lucas Pérez Godoy por el suspendido Maxi González. El comienzo fue alentador para Atlanta, con un dominio del territorio y de la pelota que esta vez no se quedaba en la tenencia improductiva. Y a los 12 minutos llegó el premio para ese buen arranque cuando Ramón Fernández empujó a la red un centro envenenado de Juan Bisanz -que volvió a justificar largamente su inclusión entre los titulares- para abrir el marcador.
Los desbordes del Mellizo inquietaban a la defensa local, y Atlanta también imponía su juego con el buen toque de Ramón Fernández y la dinámica de Galeano. Pero ese buen juego no tenía su correlato en la creación de oportunidades de gol, mientras del otro lado Alvarado se mantenía a la expectativa.
Todo empezó a derrumbarse a partir de una jugada que encadenó una serie de errores individuales. Pérez Godoy dio un mal pase en el mediocampo que tomó al equipo a contramano, la pelota llegó a la izquierda de la defensa, donde Perinciolo fue desbordado con facilidad y llegó un centro al área que encontró una salida a destiempo de Rago. Descolocado, Alan Pérez se agachó en un aparente intento por rechazar, pero la pelota rebotó en su cabeza y se metió lentamente en la valla. Alvarado empataba sin merecerlo y literalmente sin haber pateado al arco.
Ese contratiempo bastó para derrumbar a un Atlanta que volvió a mostrar fragilidad anímica pese al sacrificio de sus jugadores para tratar de revertir la historia. Sobre el final del primer tiempo, el local, con empuje, el buen manejo de Vella y la carga del juego en el sector que marcaba Perinciolo, empezó a dominar psicológicamente el partido.
El segundo tiempo ofreció a un Atlanta impotente, sometido a un rival con muchas limitaciones pero convencido de su plan. Y que no necesitaba de demasiada elaboración para generar peligro.
De todas maneras, fue con una muy buena jugada otra vez por la izquierda que se terminó de dar vuelta la historia, cuando a los 31, luego de un desborde a fondo llegó Valiente para rematar con una volea que Rago no pudo despejar. Siete minutos después, ante un Atlanta sin reacción, Chaves marcó el 3-1 definitivo con una pelota parada.
La historia se cerró con otra desilusión y luego del partido llegó la noticia de la salida de Erviti. Queda la esperanza de que a partir de ahora el equipo pueda ofrecer más de lo bueno que mostró en algunos tramos del torneo, para poder soñar con una historia con final feliz al cabo de este campeonato difícil y en el que cualquier rival complica.

SÍNTESIS

Alvarado (3): Pedro Fernández; Menéndez, Robledo, Vitale, Ledesma; Lamardo (ST 22m. Ramis), Cháves, Molinas (ST 36m. Malagueño), Vella; Solís (ST 42m. Mattia) y Pons (ST Valiente). DT: Manuel Fernández. No ingresaron: Zapata, Mieres y Araujo.

Atlanta (1): Rago; Carrasco, Alan Pérez, Colombo, Perinciolo (ST 36m. Pedrozo); Galeano, Pérez Godoy (ST 22m. Dramisino), Ramón Fernández; Juan Bisanz, Klusener y Marcioni (ST 22m. Berterame). DT: Walter Erviti. No ingresaron: Sumavil, Martín García, Martín López y Evelio Cardozo.

Goles: PT 12m. Ramón Fernández (Atl), 35m. Alan Pérez en contra (Alv); ST 31m. Valiente (Alv), 38m. Chaves (Alv).

Amonestados: Lamardo, Robledo (Alv) y Colombo (Atl).

Árbitro: Andrés Gariano.

Estadio: José María Minella, de Mar del Plata.