Fue una noche de sucesos inesperados en Villa Crespo. Porque era difícil prever antes del partido que no iba a alcanzar con esos buzos livianos de verano que abundaban en las tribunas del Gran León para combatir la crudeza del frío del otoño. Y también costaba imaginar que ante un duro rival -al menos en los papeles- el equipo de Sialle, en la que seguramente fue su mejor presentación del campeonato -sólo comparable con la goleada a Almirante Brown- borraría de la cancha a Barracas Central, tercero en las posiciones, para ganarle por un contundente 3-1 que debió ser más amplio y que le aportó al hincha bohemio todo el calor que necesitaba, a pesar de la dureza del clima.
Por Federico Kotlar (@fkotlar)
La primera sorpresa de la noche estuvo en la formación. Más allá del previsible ingreso de Galeano por el suspendido Serrano, Sialle dispuso que Diego Martínez -había convertido en los dos últimos partidos del campeonato, además de ante Olimpo por la Copa Argentina- se sumara al equipo titular. Pero no por Pedrozo, como se pensaba en los últimos días, sino por Guzmán. Lo que quedó claro desde los primeros minutos fue que Atlanta no pasó con esta modificación a jugar con tres delanteros, sino que Maraschi cumplió la función que venía realizando Chaco, como volante por izquierda. Y en esa tarea mucho más sacrificada de lo habitual, el Bicho no sólo cumplió sino que fue uno de los motores de la gran actuación del local.
Para que Atlanta cumpliera la actuación brillante que tuvo, en mucho ayudó el impacto psicológico de un gol en el comienzo del partido. Iban sólo 4 minutos cuando en el primer corner del encuentro Galeano puso un centro perfecto que peinó Maraschi, para que entrara vacío por el medio Pedrozo y marcara también de cabeza el primer gol. Fue el comienzo de la fiesta.
El local empezó a mandar y dejó sin respuestas a un rival que no sólo llegaba con una muy buena campaña sino que de mitad de cancha para arriba presentaba al ídolo bohemio Abel Soriano, al uruguayo Piriz Alvez y al ex San Lorenzo, Boca y Racing entre otros equipos Raúl Estévez. Eran nombres como para asustar, pero que -salvo por algunas intervenciones puntuales de Abel- pasarían inadvertidos por Villa Crespo.
Atlanta era el único equipo en la cancha, e iba por más. Estuvo cerca de aumentar a los 7 cuando en un contraataque encontró mal parada -como lo haría durante casi todo el partido- a la defensa de Barracas y Martínez definió alto tras un pase de Maraschi. Pero 2 minutos después el goleador no perdonó y culminó una brillante jugada colectiva, también en una contra, con un remate cruzado que se metió por el palo izquierdo de Gómez.
Pese a tener dos goles de ventaja, Atlanta no se conformó. Sufrió, eso sí, a los 11 minutos con una de las pocas llegadas del visitante, en un centro de Abel Soriano que peinó Marcos y Dobler tapó con dificultad. Pero después estuvo muy cerca de aumentar la ventaja en un primer tiempo que hubiera sido perfecto de no mediar la falta de efectividad para concretar las chances: estuvo cerca Mancinelli a los 14 tras un pase bárbaro de Galeano, pero mano a mano falló en la definición; Pedrozo también pudo haber puesto el tercero a los 20 minutos cuando le robó una pelota a Monge y la pelota se fue por el primer palo; a los 39 casi llega Maraschi tras un gran centro de Silva -que fue un relojito todo el partido, perfecto en la marca y punzante cuando se proyectó-. Pero como el gol parecía tan cerca y no terminaba de caer, la incógnita por el resultado estaba viva. Aun cuando los problemas del equipo de Daniele fueran tan evidentes como para que en algunas ocasiones Pipa Estévez fuera a buscar la pelota a su línea defensiva para poder tener algo de participación en el juego.
En el complemento, cuando había algunos temores de que aflojara el ritmo del equipo, nada de eso sucedió. Y a los 11 llegó el gol que liquidó la historia, cuando Martínez y Pedrozo enhebraron una buena jugada por izquierda y Palisi -en el primer gol oficial de su carrera en Villa Crespo- empalmó de volea el centro de este último para clavar la pelota contra un palo y hacer estéril el vuelo de Gómez.
Atlanta goleaba y les llenaba los ojos a sus hinchas. Con Galeano manejando los hilos del mediocampo como en sus mejores días, Maraschi y Mancinelli aportando toda la dinámica en el ida y vuelta, y Palisi no sólo goleador sino que también sólido en la marca y mucho más agresivo en sus pases que lo habitual, Barracas prácticamente no tenía respuestas. Recién al final aparecieron sus llegadas, cuando Dobler -que también se mostró muy seguro en todo el partido- le tapó dos veces el gol a Abel Soriano a los 45. Tres minutos después, el arquero derribó dentro del área al Mellizo, que convirtió con un tiro cruzado y selló una conquista que de todos modos tenía escasa relevancia en el marcador.
El 3 a 1 se festejó como correspondía en Villa Crespo. Atlanta lleva seis sin perder y muestra argumentos como para dar pelea arriba. Claro que sigue pendiente la cuenta de los rendimientos como visitante. El martes ante el puntero Defensores en el Bajo Belgrano habrá una prueba de fuego como para borrar ese estigma. Detrás, espera la chance de meterse de lleno en la lucha por el campeonato.
SINTESIS
Atlanta (3): Dobler; Silva, Talamonti, Martínez Montagnoli, Torres; Mancinelli, Palisi, Galeano Maraschi (ST 25’ Benítez); Pedrozo (ST 36’ Guzmán) y Diego Martínez (ST 30’ Bonfigli). DT: Armando Sialle. No ingresaron: Barucco, Díaz Villán, Cortizo y Fernandes Silva.
Barracas Central (1): Elías Gómez; Batallini, Talarico, Casini, Monge; Espósito (ST 27’ Puig), Maxi Rodríguez (ST 12’ Vega), Marcos; Estévez, Abel Soriano; y Piriz Alves (ST 18’ Edilio Cardoso). DT: Salvador Daniele. No ingresaron: Cáceres, Balbuena, Floris, Tessoro.
Goles: PT 4’ Pedrozo (A); 9’ Diego Martínez (A). ST: 11’ Palisi (A) y 45’ Abel Soriano (BC).
Amonestados: Galeano y Silva (A), Maxi Rodríguez y Casini (BC).
Arbitro: Ignacio Lupani.
Cancha: Atlanta.
Foto: Juan Ignacio Calcagno
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