Atlanta derrotó por 2 a 1 a Villa Dálmine en un partido que parecía perdido: la visita había hecho mejor las cosas en la primera etapa y ganaba 1 a 0. En el segundo tiempo, Atlanta monopolizó la pelota, pero encontró pocos espacios para llegar al empate. Recién a los 45’ Vedoya pudo empatar, y el ímpetu lo llevó a buscar el triunfo, que consiguió en 49’ con un cabezazo de Fernando González. Juan Galeano fue la figura del encuentro.
Por Carlos Stortz
Una sorpresiva gastroenteritis dejó fuera de combate a varios miembros del plantel de Atlanta, que convocó 24 jugadores para armar el rompecabezas de los 20. Finalmente salió con el ingreso de Camissasa por Pinto, Duarte por Marín y Mouche por Medina; los dos últimos habían sido los más afectados. Mantuvo así el esquema de los últimos partidos, aunque con algunos cambios de nombres. Villa Dálmine salió a jugar con un 3-4-3, en el que los dos carrileros por momentos se sumaban a la defensa. El intenso calor dificultó las acciones de ambos, pero desde el comienzo Dálmine lució como el que mejor entendía el juego. Atlanta evidenció algunas fallas defensivas que facilitaban incluso más la tarea de los visitantes. Sus intentos de progresar vía Bogado y Mouche terminaban en forma intrascendente en rechazos de los defensores locales. En 14’ Olivera habilitó muy bien a Molina, quien quedó solo ante Sumavil, pero se cayó, perdiendo así su oportunidad. En 18’ Mazzola pudo entrar como 9 y remató desviado. Iban 22’ cuando aquellos desaciertos defensivos obligaron a Sumavil a salir del área y cabecear en forma imprecisa. El remate de Groba, con el arco libre, terminó desviado. Cuando iban 24’ Mazzola logró filtrarse por izquierda; parecieron cometerle falta en el área, pero el 9 quiso seguir y su remate no fue ni al arco ni pase. En 33’ Mazzola volvió a tener una buena oportunidad en el área, tras pase de Galeano, pero demoró y permitió la recuperación de Rosso, que la sacó al corner. Atlanta había tenido esas oportunidades en los pies de Mazzola, pero en el juego Dálmine copaba el medio y era más punzante. Fue así que en 34’ Groba se filtró por izquierda ante la pasividad de los defensores bohemios; ingresó al área donde F.González le cometió falta. Penal, que dos minutos después Molina convirtió en gol con un disparo esquinado. Atlanta no encontró la forma de reaccionar. Se fue la etapa con el triunfo –justo- de Villa Dálmine por 1 a 0.
Para el segundo tiempo, Giganti hizo ingresar a Mosca por Camissasa (puesto por puesto) y a Ríos por Bogado, con los que retrasó un poco a Mouche y Becker por los costados. A los 3’ casi parecía que todo terminaba para Atlanta: Sumavil salió mal y el disparo de Groba fue salvado providencialmente por Mosca tirándose al piso en el área chica, de retroceso. Nuevamente en 5’ Groba quedó solo ante Sumavil, que en este caso respondió bien. Poco a poco Dálmine fue cediéndole la pelota a Atlanta, que intentó manejarla por la vía de su jugador más hábil: Juan Galeano. A eso se sumó el ímpetu de Ríos, que encontró un poco de claridad en ofensiva. Pero Atlanta seguía teniendo serios problemas para acercarse a Alan Sosa. En 8’ Ríos metió un derechazo que se fue desviado. Cada contragolpe de Dálmine también hacía temer, pues la defensa seguía con sus vacilaciones. En 10’ Molina le pegó de cachetada, apenas desviado. Cuando iban 16’ el técnico de Dálmine sacó a los dos mejores jugadores de la visita, Molina y Groba, lo que le restó poder de fuego. Enseguida, Medina ingresó por Becker, y más tarde Vedoya hizo lo propio por Mouche. Pero el juego no parecía alterarse. Dálmine que regalaba la pelota, que cada vez utilizaba más el tiempo para que sus jugadores cayeran fulminados a tierra con supuestas lesiones o calambres, y Atlanta que pese al juego de Galeano tenía dificultades para llegar a Sosa. Recién en 32’ avisó Atlanta con un cabezazo de Ríos (sin duda el mejor delantero a esta altura) que se fue alto. En 40’ ya jugado, Giganti hizo ingresar a Dramisino por Aguirre; Camargo se cerró de “2”, y Dramisino se fue prácticamente de 8. Dálmine ya solo quería el final del partido. Atlanta lo iba llenando de corners y tiros libres que Rosso y Gómez solían desviar con comodidad. Hasta que en 45’ llegó el avance de Galeano por derecha, su tiro cruzado hacia la izquierda, y Vedoya que apareció allí solo para hacer rebotar la pelota en el poste, tomar el rebote, dar en el arquero y meterse en la valla. Atlanta había empatado, y sabía que podía ir por más. Dálmine ya no quería ni podía acordarse de cambiar. Siguió presionando Atlanta, y en 48’ primero hubo un tiro libre de Galeano que Sosa desvió al corner. Y a partir de este corner, el propio Sosa salió a manotear la pelota hacia la derecha del ataque donde la tomó Ríos, y le pegó con rosca hacia adentro para que en el área chica Fernando González apenas la roce de cabeza para poner el 2 a 1. La algarabía local por un resultado inesperado. Atlanta había ganado un partido que parecía perdido. No jugó bien, pero respondió adecuadamente y pegó en el momento justo. Suficiente; ya habrá tiempo para mejorar el juego.
Atlanta 2: Sumavil; Camargo, Aguirre (ST 40’ Dramisino), F.González y Camissasa (ST Mosca); Bogado (ST L.Ríos), Duarte y Galeano; Mouche (ST 24’ Vedoya), Mazzola y Becker (ST 18’ Medina). DT: Mauricio Giganti. No ingresaron: Bessone, Gelos, Marín y F.Bisanz.
Villa Dálmine 1: A.Sosa; Romat, Gómez y Rosso; Pereyra, Renso Pérez, Tello (ST 24’ Alcaraz) y Maidana (ST 26’ Cardozo); Molina (ST 16’ Albano), Olivera (ST 26’ Pulicastro) y Groba (ST 16’ Rivadeneira). DT: José M. Martínez. No ingresaron: Salerno, Kosciuk, Giménez y Rossi.
Goles: PT 36’ Molina (Dálmine, de penal). ST 45’ Vedoya (Atlanta), 49’ F.González (Atlanta, de cabeza).
Amonestados: Dramisino y Galeano (Atlanta), Alcaraz (Dálmine).
Arbitro: Mariano Negrete
Cancha: Atlanta
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