Llegó el final del torneo con una igualdad a uno contra Villa Dálmine, en un partido en el cual Atlanta decidió guardar a sus titulares para el reducido, con la clasificación asegurada y ya sin posibilidades de pelear por el título.
El gol de Palisi en Caseros había determinado que en la última fecha el equipo bohemio sólo jugaría para resolver su puesto en la tabla de posiciones, entre el segundo y el quinto lugar. Algo que no era demasiado importante, teniendo en cuenta que la única ventaja que otorga el reglamento por finalizar más arriba es la de disputar el partido de vuelta como local.
Ante esta situación, Rondina guardó a sus mejores hombres y puso en la cancha a Llinás; Vega, Francés, Peláez y Pinto; Guzmán, Villalba, Parentini y Ferreiro; Henneberg y Pasquale. Dálmine tampoco peleaba por nada, y de esta manera salió un partido intrascendente, con apenas un par de emociones en los arcos.
A los 41 del primer tiempo, Henneberg se escapó por la izquierda y su remate al medio encontró un desvió en Cerruti que descolocó al arquero Coesta y se transformó en el 1-0 para Atlanta. Pero la alegría le duró muy poco al bohemio. A los 44, Llinás salió a destiempo y atropelló a Gastón Sánchez. Penal indiscutible, convertido por Damián Salvatierra.
En la segunda mitad, Acuña ingresó por Pasquale, buscando darle algo más de fútbol a un equipo que había cambiado de nombres pero tenía los mismos problemas para generar peligro que el conjunto titular. Más tarde se dio el regreso de Mamberti por Parentini, y el debut del pibe Diego Ledesma, reemplazante de Lucas Ferreiro.
Casi no hubo ocasiones de riesgo en ese segundo tiempo, en el cual el mayor interés pasó por conocer los resultados en otras canchas, que determinaron el ascenso de Villa San Carlos a la Primera B Nacional y, lo más importante, que Almagro será el rival en las semifinales del cuadrangular. Con esa idea fija estará Atlanta durante la semana, sabiendo que en cuatro partidos puede estar festejando el regreso a la segunda categoría del fútbol argentino.
Por Joel Kotlar. En twitter: @kotlarj
Foto: Vanesa Crisóstomo
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