Por momentos parece mentira. El mismo Atlanta que hace menos de dos semanas era objeto de ácidos reproches por su falta de efectividad -merodeó la peor racha histórica sin hacer goles en Villa Crespo- y su incapacidad para generar juego ofensivo, hoy se para arriba de todo en el parejo campeonato de la B Metropolitana. El equipo de Méndez venció 2-1 en Villa Lynch a la UAI Urquiza y, con su segunda victoria consecutiva -una racha extraña dentro de la absoluta paridad del torneo- alcanzó la primera ubicación de las posiciones con 21 puntos.
Con la inclusión de Acuña en lugar del suspendido Godoy, Atlanta se postuló desde el primer minuto como protagonista del partido. No sólo lo exigía su historia: los jugadores sabían que un triunfo tendría el premio del liderazgo en la tabla. Y, a diferencia de lo que ocurría hasta hace muy poco, el premio llegó pronto: Maraschi capturó un pelotazo largo y medido de Galeano -otra vez, el principal motor del fútbol de los de Méndez- que sorprendió mal parada a la defensa local y al arquero Porto para marca a los siete minutos el primer gol del partido.
Atlanta no se conformó. Fue por más aunque eso también le trajo algunos problemas defensivos y el partido se volvió abierto. Y a los 36 apareció una nueva alegría. Lazzarini le bajó con el pecho en el borde del área una pelota a Galeano, quien ratificó su excelente momento con un zapatazo que se clavó en el ángulo.
Con el 2-0 alguno podía pensar que se avecinaba una tarde tranquila. Pero es difícil que eso ocurra con Atlanta. Apenas un minuto después del tanto de Galeano, tras una llegada clara del local, Silva esta vez no desaprovechó un error de Perujo y un titubeo de Vega para poner el descuento. Al arquero se le escapó así el invicto de 749 minutos que ya está instalado como mejor racha sin goles en contra de la historia del club.
Se fueron así a los vestuarios, y en el complemento salieron con libretos distintos. Sobre todo Atlanta, que se refugió más cerca de su arco para cuidar la ventaja. Es verdad que ya prácticamente no llegó con peligro, y también que en algunas ocasiones los centrales Díaz Villán y Francés apelaron a pelotazos antiestéticos para sacar a la calle la pelota y evitar los ataques locales. Pero también que el equipo pareció encontrar la receta para cortar los circuitos rivales. Porque salvo un remate desde afuera de Vidal que pegó en el palo y paralizó los corazones de los hinchas visitantes, la UAI estuvo muy lejos en general de inquietar a Vega.
Finalmente llegó el 2-1 que disparó el festejo en Villa Lynch del plantel bohemio y de miles de hinchas que se enteraron del resultado por diferentes vías. Atlanta otra vez era primero. Después del difícil comienzo del campeonato, parece un sueño. No lo es pero, por las dudas, que nadie nos pellizque.
(Foto: Vanesa Crisóstomo)
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