A Atlanta le quedó la última fecha del calendario regular de la Primera B en territorio difícil. Tenía que jugar en cancha de Barracas Central ante un local que necesitaba ganar para respaldar su chance de ingresar al Reducido. El equipo de Mayor se sabía ya clasificado y el entrenador optó por la sensata decisión de reservar a los habituales titulares, que debían jugar apenas tres días después la semifinal de ida del torneo por el segundo ascenso. La buena noticia fue que aún con un equipo muletto Atlanta mostró una buena respuesta y estuvo muy cerca de llevarse un triunfo que lo hubiera dejado como subcampeón del torneo. Al final fue 1 a 1 y, con el tercer puesto en el bolsillo, el rival por un lugar en la final será Platense.
La inusual alineación inicial de Atlanta fue con Ferreyra; Collavini, Alemandi, Manfredi, Noce; Canaletti, Palisi, Flores, Nanía; Lazzarini y Ledesma. Tanto Ferreyra como Manfredi jugaron su primer partido en Primera en el club, y a ellos se sumó el juvenil Cequeira, de 19 años, quien ingresó en el segundo tiempo.
El partido tuvo escasas emociones en el comienzo. Barracas estuvo cerca del gol a los 10 minutos cuando el ex bohemio Abel Soriano escapó por la derecha del ataque, tiró el centro atrás al área y Edilio, desde buena posición, remató por encima del travesaño de Ferreyra, de sobria actuación. También pudo ser del local a los 33 con un cabezazo de Santana de pique tras un corner que se perdió apenas afuera. Atlanta apenas inquietó con algún remate desde afuera y un cabezazo de Collavini que se escapó cerca. El equipo mostraba algunas grietas lógicas en una defensa poco habitual, y sobresalía en la mitad de la cancha el buen toque de Flores, algunas escaladas de Canaletti aprovechando la velocidad por su lateral y el coraje de Ledesma en ataque.
Volvió a estar cerca del gol Barracas apenas arrancó el complemento, en una nueva pelota parada que casi deriva en el gol en medio de una serie de rebotes. Otra vez pudo haber festejado el local en un remate cruzado de Santana a los 4 minutos, pero Atlanta replicó con un buen desborde y centro de Canaletti, que Flores remató defectuosamente y Ledesma -que de cualquier manera estaba en posición adelantada- no logró empujar adentro. Y más clara todavía fue una gran jugada de Flores a los 11, cuando luego de una buena pared con Nanía envió un centro medido para la entrada de Lazzarini y el remate del delantero fue tapado por el arquero Gómez. Atlanta mostraba que también tenía armas para lastimar.
Atrás, de todas maneras, se sufría. Como cuando a los 20 minutos Ferragut reventó el palo izquierdo del arco de Ferreyra. Y también a los 31, en una entrada de Figueroa, quien inexplicablemente no la pudo meter desde el borde del área chica. Atlanta, que zafó de esos malos momentos, supo después golpear a fondo: a los 41, Cequeira remató al arco, la pelota rebotó en un defensor y Lazzarini remató al gol.
Faltaba poco y la victoria parecía muy cerca. Pero Atlanta no lo supo aguantar y a los 49 del segundo tiempo igualó Talarico con un cabezazo tras una nueva falla en la marca en una pelota parada. Con Barracas absolutamente jugado en ataque, el equipo de Mayor pudo haberlo ganado sobre el final pero también estuvo cerca de perderlo. El 1 a 1 final resultó un buen premio para un equipo de pibes que, más allá de sus defectos, aguantó la parada con mucha dignidad. Pasada la página, queda por pensar en todo lo importante que viene. Como para soñar que es posible que Villa Crespo pueda tener pronto otra gran fiesta.
Otras notas que podrían interesarte