No encuentra el rumbo futbolístico este Atlanta. Aunque el Pipa Cassano siga buscando respuestas en un plantel evidentemente golpeado por los resultados que lo dejaron sin chances lógicas de pelear entre los puestos de arriba. Este sábado se tuvo que conformar con un empate 1-1 como local frente a Colegiales. Y aunque dispuso de algunas oportunidades para llevarse la victoria, lo concreto es que la igualdad era el resultado que más se ajustaba a lo que se vio en la muy soleada pero desabrida tarde de Villa Crespo.
El entrenador decidió mantener a los mismos titulares que habían mostrado un aceptable nivel futbolístico en la caída contra Tristán Suárez siete días antes. Pero pronto se empezaron a evidenciar algunas dificultades. Tanto en la creación de circuitos de juego como en la defensa, sobre todo por el lado de Manfredi. A Colegiales le alcanzaba con un esquema ordenado, la subida criteriosa de sus laterales y la movilidad de su punta más definido, Gil Clarotti, para hacer tambalear a una última línea insegura. Y a los 27 minutos llegó la diferencia para el visitante. Inexplicablemente solo, el lateral derecho Giambuzzi entró por el medio del área para capturar un pase bajo y marcar el primer gol. Como en los nueve partidos anteriores del campeonato, Atlanta estaba en desventaja.
El local empezó a buscar el desequilibrio a través de Puch, quien por derecha al menos generaba algo de inquietud junto a Silva. Justamente en una escapada del ex Fénix apareció la primera aproximación seria al arco de Voulliud, cuando Sardella -todavía muy lejos del nivel que el público de Atlanta le conoció en el campeonato pasado- no consiguió mandar la pelota al medio para la entrada de los delanteros. Cuando menos se esperaba, llegó el empate. Fue con un cabezazo de Pedrozo luego de un corner a los 35, para aportar algo de alivio a una hinchada demasiado acostumbrada a la frustración en este torneo.
Lo mejor de Atlanta apareció en el segundo tiempo. De entrada estuvo cerca Bonfigli, quien tocó demasiado suave ante la salida del arquero y permitió el rechazo de la defensa. Cassano movió el tablero con los ingresos de Guzmán y Galeano por Sardella y Manfredi. Puch pasó a la izquierda del mediocampo y Torres se ubicó como lateral. Aunque Colegiales seguía inquietando a través de la pelota parada, el local era levemente superior. La entrada de Galeano, aunque bastante impreciso, aportó movilidad en el medio y una idea de juego. Justamente él alcanzó a los 29 a dar un pase que dejó solo a Pedrozo -que con su movilidad hizo por momentos un buen aporte a los intentos ofensivos-, quien definió de punta al cuerpo del arquero rival.
Siguió intentando Atlanta hasta el final, a pesar de que a los 38 minutos Nelson González se hizo expulsar con una grosera falta que le significó la segunda amarilla. No alcanzó para ganar ni tampoco para conformar. Más allá del punto, el equipo todavía tiene que hacer mucho más para que vuelva a los hinchas un sentimiento parecido a la alegría.
Por Federico Kotlar. En Twitter: @fkotlar
Foto: Prensa Oficial Nuevo Atlanta
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