Por Edgardo Imas
Todo hallazgo histórico genera alegría, pero cuando corona una búsqueda de mucho tiempo la felicidad es inmensa. Ello sucedió recientemente con la confirmación y los detalles de la presencia de Atlanta en Ecuador durante una gira por Sudamérica en el verano de 1939-1940.
La incógnita pudo dilucidarse a partir de una foto, casi como una respuesta a uno de los interrogantes que se hacía Susan Sontag en su conocido ensayo «Sobre la fotografía»: qué conocimiento puede aportar la fotografía acerca de la realidad.
La búsqueda en la prensa argentina sobre el paso bohemio por Ecuador había sido infructuosa. En mi poder, apenas una foto y una vaga anotación: «Ecuador». La investigación llegó a buen puerto: Atlanta jugó un solo partido en Ecuador, el domingo 14/1/1940. Tuvo lugar en Quito y empató 4-4 con Gimnástico Dodge, equipo local. La foto corresponde a ese encuentro.
La colaboración invalorable del decano de los periodistas deportivos ecuatorianos, Dr. Jaime Naranjo Rodríguez, permitió el hallazgo y precisiones sobre ese único juego en la capital ecuatoriana antes de viajar a Colombia.
Hubo gran repercusión en Quito por la presentación de Atlanta, primera de un equipo profesional argentino en aquel país. Se jugó en El Ejido, field que carecía de césped y que ya no existe, en la zona norte de la ciudad de Quito.
Gimnástico nació en el populoso barrio de La Tola como Club Dodge Brothers (popular marca de automóviles). Se lo conoció simplemente como Gimnástico, y sus colores eran el amarillo y el negro. Campeón de Pichincha en 1934, 1935, 1936 y 1938, años en que el fútbol aún era amateur en Ecuador. El Gimnástico Dodge recibió el refuerzo de futbolistas de la Sociedad Deportiva Gladiador para encarar el partido.
Naranjo Rodríguez aporta el testimonio de un protagonista de aquel partido, Pedro Alcívar, destacado centrodelantero de Gladiador, que trabajaba como linotipista en el diario «El Comercio» y que fue autor de uno de los goles del local: «Hubo enorme expectativa por la actuación del equipo argentino. Ante la importancia del compromiso, pedimos a los directivos que nos dieran unas camisetas nuevas para lucirlas ese domingo. Presidente era el distinguido odontólogo doctor Luis Aníbal Egas. Nos tacharon de "insurrectos" y tuvimos que adquirirlas con dinero de nuestras escasas economías. El público llenó el estadio de El Ejido. ¿El resultado? Honroso empate 4 a 4 con imborrables alternativas en el marcador. El final, el público nos sacó en hombros del escenario. Había sido una jornada memorable. No nos achicamos ante el poderoso rival...».
Sin embargo, según el periodista ecuatoriano, el asunto de las camisetas se resolvió 48 horas antes del encuentro, al obsequiar el Ministerio de Gobierno a los players locales camisetas rojas y amarillas a cuadros para la ocasión.
Otros detalles de presencia bohemia los ofrece la revista «El Gladiador en sus Bodas de Plata. 1918-1943» (Gladiador era el equipo de mayor trayectoria y renombre de Quito), que publicó el siguiente recuerdo sobre aquel partido: «El día 13 de enero de 1940, vertiginosamente rodaban por las calles de Quito grandes cartelones en que se anunciaba que en la mañana del día 14 harían su primera y única presentación el por mil títulos técnico conjunto de fútbol profesional argentino Atlanta de Buenos Aires. Desde las primeras horas de la mañana se notó un indescriptible entusiasmo por ir a presenciar el más interesante encuentro que se ha registrado en los anales del fútbol ecuatoriano.
»La asociación de fútbol comisionó al jugador Alfredo Alzuro, quien a su vez era miembro del consejo ejecutivo de dicho organismo, para que conformara el cuadro que debía enfrentar a los argentinos con el nombre de Gimnástico. Sin temor a equivocarnos afirmamos que este cotejo ha sido la manifestación más grande de voluntad y pundonor frente a la técnica consagrada.
»Volvemos a hacer una aclaración: la Sociedad Deportiva Gladiador fue notificada para que cite a algunos de sus jugadores, comunicándoles que habían merecido el honor de ser designados para formar la escuadra que debía luchar en noble lid, contra un poderoso contendor. Así tenemos a Vásquez, Vásconez, Abril, Alcívar, Martínez, Cortez y Alzuro. Por esta razón hemos hecho propio el éxito alcanzado por Gimnástico como para Gladiador.»
En la foto que originó esta investigación aparecen, previo al inicio del encuentro, los jugadores de #Atlanta y #Gimnástico entremezclados, con el embajador argentino en Ecuador en el centro. A la izquierda., Federico Fatecchi, Roberto Martino y Andrés Ramos; a la derecha, Eduardo Valdatti y Antonio del Felice.
Atlanta se alineó ante Gimnástico con Bensión Moscona; Antonio del Felice y Federico Fatecchi; Gregorio Esperón, José Norberto Toledo y Eduardo Valdatti; Carlos Belfiore, Andrés Ramos, Pedro de Blasi, Ricardo Mesuraco y Roberto Martino. Como director técnico, el dirigente Ernesto Lubet.
La gira
Para la ocasión Atlanta llevó jugadores de refuerzo: Gregorio Esperón, José Norberto Toledo y Pedro de Blasi, los tres cedidos por Platense. Era muy común reforzarse para giras muy prolongadas.
Atlanta inició su tour en Chile, goleando 5 a 3 al Combinado de Valparaíso el 31 de diciembre de 1939. Prosiguió en Quito con el partido citado.
Posteriormente, el 21 de enero de 1940 hizo su debut en Colombia, en Bogotá, con un contundente resultado: 7 a 2 ante Corrales (Asunción, Paraguay), equipo que llevaba más de un año de gira y donde jugaba el argentino Alberto Casco.
El 28 de enero derrotó 3 a 0 a Millonarios en Bogotá, el 4 de febrero igualó 4-4 en la revancha ante Corrales. Una semana más tarde nueva goleada, en el estadio Los Libertadores, en Medellín: 7 a 1 al combinado de Antioquía. Otra presentación en Bogotá, para ganarle 2 a 1 a Millonarios. También enfrentó al América de Cali.
De sus partidos en Bogotá, Atlanta trajo dos trofeos: uno denominado «Eugenia Olózola vda. de Lince» y otro, «República Argentina», donado por el embajador argentino en Colombia, Alberto Candioti.
El regreso a Chile dejó una victoria: 3 a 2 al combinado de Viña del Mar y una caída, 4 a 2, ante Audax Italiano, en el estadio Nacional en Santiago, la única derrota de la gira.
Esta confirmación de la presencia de Atlanta en Ecuador permite afirmar que los únicos dos países sudamericanos donde nunca jugó el primer equipo de la institución fueron Perú y Venezuela. La gira por Chile, Ecuador y Colombia no fue la primera; en 1936/37 había llevado a cabo otra recorriendo distintas ciudades del Brasil.
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