Por Federico Kotlar. 

La letra fría dice que Graciani fue un puntero hábil, pícaro y goleador que arrancó su carrera en Atlanta y brilló en Boca desde mediados de los 80 hasta comienzos de la década siguiente. Aunque Alfredo, ese crack que murió este miércoles con apenas 56 años, fue y es mucho más de lo que cuentan los papeles.
Por ejemplo, para aquellos futboleros que andamos cerca de los 50, fue uno de esos personajes mágicos que poblaban los domingos de un fútbol menos televisado y más radial que el de hoy. Y así, en la voz de Victor Hugo, fue el Alfil que tiraba diagonales en ataque y al que cada vez que la mandaba a guardar -y fueron muchas- le rezaba un "Graciani por el gol... Alfredo".
Los hinchas de Atlanta sabemos que antes de que se escribiera el guion de ese fútbol irrepetible en el que Alfredo tuvo un rol central, hubo una historia que se empezó a construir cuando él era un adolescente. Cuando llegó con apenas 14 años al Bohemio y enseguida se hizo notar por una velocidad que impresionaba y por una habilidad que escapaba a la norma.
En aquellos días le pusieron "Liebre", por su rapidez pero también por un físico breve que necesitaba crecer y al que tuvo que trabajar. Se hizo más fuerte con los ejercicios en el gimnasio y con la dieta que le indicó un doctor de apellido Pittaluga, el nutricionista top de aquellos años al que lo mandó Cacho Santoro, dirigente del fútbol amateur. Era un esfuerzo que, como suele ocurrir en Atlanta, no se podía hacer por todos porque los recursos no sobraban, pero el potencial del chico parecía ameritarlo. Y la apuesta dio sus frutos.
Debutó contra Gimnasia con apenas 16 años y fue parte primero del plantel que perdió el ascenso en las finales con Temperley y después del que logró el regreso a Primera en 1983, el mismo año en el que Alfredo acarició la gloria en el Mundial Sub-19 en México, cuando Argentina perdió la final con Brasil.
Su jerarquía no alcanzó para evitar en 1984 la pérdida de categoría, aunque dejó su marca por ejemplo con un gol el día en que Boca usó marcadores para los números de la camiseta, y Atlanta ganó 2-1 el que sigue siendo el último partido que jugó contra el Xeneize en la Bombonera. Al final de esa campaña, junto con el Plumero Rubén Gómez -otro que dejó su huella y partió antes de tiempo- se marchó justamente a Boca.
El vínculo con Atlanta se enfrió a partir de esa salida. Su nombre pasó a ser un fantasma que periódicamente recorría la tribuna en forma de interrogante. "¿Dónde está la plata de Graciani y Gómez?", preguntaban al aire diferentes hinchas que sufrían por ver cómo empezábamos a enfrentar a Comunicaciones, Berazategui y Deportivo Merlo. Ya el año pasado, habló de uno de los episodios más tristes de su relación con el club, cuando un violento impidió su regreso, en el equipo que a mediados de los 90 jugaba en la B Nacional.
En este día tan triste y en el que se agolpan recuerdos felices y de los otros, la tentación es pedirle perdón a Alfredo. No tanto por aquel episodio absurdo que impidió su vuelta. Un poco más, tal vez, por no haber podido acortar esa distancia que se fue agrandando con los años. Pero sobre todo, porque el profundo dolor de hoy no sea solo por su partida, sino también por saber que aquel fútbol de leyenda que él junto a otros nos regaló es irrepetible.

LOS NÚMEROS DE ALFREDO GRACIANI

Por Edgardo Imas.

Alfredo Oscar Graciani nació en CABA el 6 de enero de 1965.

Arranca en las inferiores de Atlanta en 1979, en Novena. Su hermano mayor, Néstor, marcador de punta izquierda, categoría 1958, había hecho también inferiores en el club y llegó a jugar un solo partido en la Primera de Atlanta para seguir su trayectoria en Talleres RE y Comunicaciones.

Alfredo en 1980 salió campeón de Octava de Primera B, con la dirección técnica de Alberto Mario “Beto” González. Un plantel donde estaban además Barbazán, Lapolla, Fornés (que luego jugaría en Boca), el hijo de Bettinotti y el hermano menor de Tati Raffaelli.

En 1981, el DT Luis Artime lo hizo debutar en Primera (ver más abajo). Tenía 16 años, 8 meses y 6 días. No es el más joven en debutar en la Primera de Atlanta, ya que el defensor Eduardo Santa María, a la fecha de su debut, en 1976, tenía 16 años 1 mes y 23 días y el centrodelantero Guido Baztarrica, en 1931, tenía 16 años, 3 meses y 21 días.

Delantero explosivo, fue titular en 1982 y 1984, aunque en este último caso por una lesión en la primera fecha estuvo casi toda la primera rueda sin poder jugar. En 1983, integró el plantel que salió campeón de Primera B y subió a la A, pero jugó 16 partidos, o sea, no fue titular en esa campaña porque estuvo afectado a la Selección Juvenil que jugó el Sudamericano y el Juvenil (ver más abajo).

Alguno recordados partidos que jugó en Atlanta Graciani: las finales de 1982 por el Ascenso en Huracán con Temperley (fue expulsado en la revancha, la noche de los penales); último partido de Atlanta en Primera División con Racing de Córdoba en 1984; el famoso partido frente a los juveniles de Boca, con las camisetas pintadas a mano, en la Bombonera.

En el verano de 1985 protagonizó con Rubén Gómez un sonado proceso por el cual se desvincularon de Atlanta ambos jugadores y pasaron a jugar en Boca Juniors. Luego de Boca jugó en Racing, Español, Atlético Tucumán, Argentinos Juniors y en el fútbol venezolano.

Números en Atlanta

Jugó en la Primera de Atlanta 89 partidos (59 en Primera B y 30 en Primera A), de los cuales ganó 33, empató 18 y perdió 38.

Convirtió 18 goles (11 en la B y 7 en la A).

Fue expulsado 5 veces, todas en la Primera B.

De esos 89 partidos, fue titular en 78 e ingresó desde el banco de suplentes en 11. Además estuvo 8 veces en el banco de relevos sin ingresar.

De las 78 ocasiones en que fue titular, fue reemplazado en 12 partidos.

Debut: 12 septiembre 1981, fecha 30 Primera B. Atlanta 4-Gimnasia LP 1. Ingresó a los 35’ ST por Carlos Landaburo. El DT de Atlanta era Luis Artime que ya lo había puesto dos veces en el banco en partidos anteriores pero sin hacerlo debutar.

Despedida de Atlanta: 23 diciembre 1984, última fecha del Campeonato de 1ra División. Atlanta 0-Racing (Córdoba) 1, en cancha de Deportivo Español.

Primer gol: 31 octubre 1981, fecha 37 Primera B, Atlanta 1-Chicago 2, al arquero Tripicchio.

Los 18 goles en Atlanta los convirtió a doce equipos: Defensores de Belgrano, 4; Unión de Santa Fe, 3, y Armenio, 2.

Dos veces convirtió hattricks: 6-0 a Defensores de Belgrano en 1982 y 4-2 a Unión de Santa Fe en 1984, ambos partidos disputados en Villa Crespo.

Selección Juvenil Como jugador de Atlanta, Graciani integró el plantel de la Selección argentina Sub-20 que disputó en Bolivia el Sudamericano Juvenil de 1983, ganado por Brasil. Argentina fue 3ra. y se clasificó para el Mundial Juvenil disputado en México a mediados de 1983, donde Brasil ganó la final 1-0 a la Argentina. El DT era Carlos Pachamé y algunos de los compañeros de Graciani: Claudio García, Luis Islas, Fabián Basualdo, Dertycia, Oscar Acosta, Jorge Gabr.

EN INSTAGRAM LIVE

En septiembre de 2019, Gracini fue entrevistado por Nicolás Cayetano en el instagram live de Atlanta oficial: https://www.caatlanta.com.ar/archives/me-duele-ver-que-atlanta-no-este-en-primera