La escuela de fútbol Tirando Paredes nos envía estas líneas a modo de evaluación cuando está por cumplir su medio año de vida en Atlanta.
A un mes de cumplir nuestro primer año de esta linda y reconfortante actividad, nos gustaría describir qué cosas hacemos en nuestra Escuela de Futbol Tirando Paredes.
Comenzamos con muchas expectativas para lograr generar un espacio en el cual pibes con Síndrome de Down encuentren un lugar de pertenencia, para poder disfrutar y aprender del deporte que más nos gusta a los argentinos.
Desde mediados de Marzo comenzamos la actividad en el Club Atlanta. Podríamos decir que encontramos la casa que estábamos buscando, desde un primer momento hallamos la mejor predisposición, interés y voluntad en que el proyecto se desarrolle en sus instalaciones, entre todos nos hemos propuesto que la actividad sea una más de las que se desarrollan en el Club, introduciéndonos (a los profes y a los jóvenes) en un clima sumamente agradable y cordial, a su vez que serio y responsable con la importancia que nosotros le damos a esta idea. Es por esto, que esta inicial propuesta ahora se conforma de dos pilares (Tirando Paredes y Club Atlanta), y hoy en día hablar de una implica a la otra.
Nuestro comienzo fue dando lugar a encuentros con personas reales, que se ríen, se enojan, gritan emocionados un gol, o se frustran por patearla por arriba del travesaño, se alientan en los buenos momentos, y se chocan las manos en los malos. En definitiva las mismas sensaciones y sentimientos que experimentamos todos cuando practicamos este deporte que tanto nos gusta. Las realidades de los pibes son diferentes, pero las ganas y el compromiso el mismo, según vemos y nos cuentan los padres es para muchos LA actividad de la semana, esperando que llegue el viernes para jugar al futbol y a esta altura vale el término, también encontrarse con sus amigos.
Creemos que la importancia de este proyecto queda demostrada en el crecimiento que notamos semana tras semana en cada uno de los jóvenes. Crecimiento futbolero (aprendizaje de reglas, mejoras técnicas y físicas, tiempos mayores de concentración y atención en las tareas, etc.), pero también crecimiento en cuestiones de personalidad y valores (mayor tolerancia a la frustración, importancia del compañero, aprender a esperar su turno, incorporar un habito de deporte y salud, etc.)
Esta primera experiencia se desarrolla los días viernes de 16:30 a 18 con una población de jóvenes con Síndrome de Down entre los 12 y 18 años de edad. A mediados de agosto, se abrirá un segundo grupo que abarque a niños de entre 8 y 12 años. Desde ya, invitamos a que divulguen la actividad para lograr llegar a más gente interesada en participar, y quedan todos invitados a acercarse y conocer lo que estamos haciendo.
Atentamente,
Tirando Paredes
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