Atlanta volvió al triunfo y a la punta. Eso es lo que hay que rescatar del partido ante Almagro, porque el fútbol estuvo ausente en Villa Crespo. Hubo ganas, hubo sacrificio, pero el equipo todavía no logra recuperar el buen nivel de juego que mostró en la segunda parte de la primera rueda.
Después de la baja producción ante Nueva Chicago, el Pipa Cassano y Leo Magarelli intentaron darle más control de pelota a Atlanta con los ingresos desde el inicio de Lucas Nanía y Emanuel Lazzarini. Y en los primeros minutos se tuvo cierto dominio del juego, aunque la única llegada fue un cabezazo apenas alto de Godoy tras corner de Maraschi.
De a poco, Almagro fue equilibrando las acciones y estuvo cerca de ponerse en ventaja, cuando Arce armó una gran jugada individual y sacó un zurdazo que pegó en el palo derecho de Vega.
Esa fue la única llegada clara de los visitantes en todo el partido. Atlanta mostraba más vocación ofensiva, pero tampoco lograba generar peligro en el área de Centeno. Con Galeano y Lazzarini apagados, y Godoy demasiado individualista, lo mejor se daba cuando Nanía -tuvo un gran despliegue, porque también debió cumplir obligaciones defensivas- se encontraba con Maraschi.
Así llegó el gol a los 12 del segundo tiempo. Pase de Nanía para el desborde de Maraschi, que tiró el centro atrás. Schunke se chocó con la pelota y la metió dentro de su propio arco. A partir de entonces, el control del juego fue de Almagro, pero sin profundidad. El único momento de zozobra ocurrió a quince del final, cuando Bonfigli quedó solo frente a Vega, pero Nelson González, en gran reacción, lo cruzó y mandó la pelota al corner.
Atlanta tuvo algunas oportunidades de contraataque para aumentar, pero no las supo aprovechar. Y, sin mayores sobresaltos, se quedó con tres puntos que pueden servir para aumentar la confianza de cara a uno de los partidos más importantes del torneo: el clásico contra Chacarita en San Martín (sin Nanía y Collavini, que llegaron a las cinco amarillas). Antes, el miércoles, habrá Copa Argentina contra Los Andes, pero esa será otra historia.
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